Resumen de prensa de la conferencia que sobre el liderazgo impartí en EAE Business School el pasado 16 de Octubre.
Las bases del liderazgo: “Hacer bien el bien”
Si no hacemos de la felicidad el centro de nuestros anhelos, si además nos entregamos generosos a quien tiene, por ser humano, la misma condición que nosotros, será ella, en todo caso, quien nos dé alcance.
La felicidad no es el objetivo, sino la consecuencia de la forma en la que elegimos vivir; he ahí lo paradójico de la cuestión.
Publicado en El Confidencial Digital el 13/10/2015
Sobre que la ciencia nos revela cómo lograr la felicidad. Comprometidos con el egoísmo
El que hace de su opinión un juego acomodaticio de intereses espurios y bastardos, aparentará compromiso en donde el solo interés campa a sus anchas. Egoísmo y compromiso, a modo de aceite y vinagre, jamás se confundirán. La voluntad, únicamente empeñada en el cumplimiento de lo que a título personal interesa, jamás se conformará como la expresión genuina de un corazón comprometido. Si un matiz caracteriza a la persona fiel a sus promesas es el de situar por encima de sus estados de ánimo lo que por obligación se ha arrogado.
Publicado en El Confidencial Digital el 24/09/2015
Tal era la pregunta con la que, no hace demasiado tiempo, se iniciaba un amigo en su conversación. Quizás -continuaba-, si lo entendiera podría encontrar la forma de evitarlo. Debo añadir, que no era la primera vez (ni seguramente la última) que me encuentro con un interrogante como el apuntado.
El pasado mes de Junio, y por la Editorial Pearson, publiqué mi segundo libro que lleva por título: “Aprendiendo a liderar”. En el mismo, desarrollo aspectos del liderazgo que, acompañando siempre a nuestra condición humana, jamás se nos presentarán como suficientemente “sabidos/vividos”, entre otras razones porque tal como propongo en el subtítulo “El mundo no hay que entenderlo, hay que sentirlo”.
Aquí os presento alguno de mis libros de referencia: “Desde la Adversidad”, Santiago Álvarez de Mon; “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, S.R. Covey; “El octavo hábito”, S.R. Covey. El +1 se refiere a mi primer libro: “la gestión emocional” de la Editorial Pearson.
Siro, perplejo en su ensimismamiento, daba vueltas y vueltas a la idea de que dirigir tenía un significado mucho más profundo que el mero reparto de instrucciones. Hacía tiempo que, ante la perspectiva de poder desempeñar la función de director de operaciones de su empresa, se había centrado en adquirir hechuras de buen directivo.
En ocasiones, asomarse a la función directiva en una empresa puede ser consecuencia de un largo camino de entrega y aprendizaje; otras veces, por el contrario, es un “premio” que por sobrevenido deja al descubierto carencias que difícilmente dejarán de serlo en un plazo de tiempo relativamente corto.
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