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Muchas son las veces que de forma indiscriminada y como sinónimos se emplean los términos, gobernar, dirigir y gestionar o ejecutar, sin la fineza suficiente. En la medida   que atinemos en su acepción más estricta habremos dado pasos significativos en atención a establecer los objetivos de obligada definición en  la calidad de la enseñanza superior militar.

GOBERNAR, DIRIGIR, GESTIONAR O EJECUTAR

Gobernar implica la asunción de tareas reservadas al estadio más elevado de cualquier institución, situándose las labores de dirección en un plano intermedio entre las primeras  y las de ejecución o gestión.

El que gobierna elige personas y cosas que después supervisa y controla. Define fines, objetivos y políticas generales e implica una escasa ejecución de carácter técnico.

Quien dirige desarrolla los objetivos y políticas generales definidos por otros, debe poseer un gran conocimiento técnico  y su labor directiva se concreta a través de gestores con papeles discrecionales muy limitados.

Por último quien ejecuta se emplea con conocimientos técnicos elevados, su desempeño no implica necesidad de cualidades políticas significativas.

Gobernar es una tarea fundamentalmente política; dirigir y ejecutar  técnica. La meritocracia adquiere su mayor relevancia en las labores de ejecución y dirección quedando postergadas a un plano secundario en las  de gobierno.

Si estableciéramos un “continuum” entre tenientes y generales en su máxima  expresión, encontraríamos reflejados los tres niveles anteriores; bascularíamos desde tenientes en labores ejecutivas, a generales (los de mayor rango) con tareas  de carácter político en su mayor parte (no hablamos de política de partido).

LIDERAR V.S CONOCER

Planificar la posible trayectoria de un ejecutivo (en nuestro caso un teniente) hacia posiciones de mayor responsabilidad requiere escoger un modelo que en nuestro caso queda asociado con una escalera. ¿Qué escalera escoger, la del saber o la del poder (liderazgo)? Dicho de otra forma ¿quién debe desempeñar las tareas más relevantes de la institución, el que más “sabe” o el que mejor lidera? Sin ningún género de dudas el segundo. No es una elección entre el que sabe más o menos, sino entre el que lidera con sabiduría y el que fundamentalmente aporta ejecución… El liderazgo admite y necesita apoyos del conocimiento, sensu contrario no es posible.

LA CALIDAD, SUS ORÍGENES

A lo largo de la historia siempre ha estado presente en el  hombre el afán de conocimiento, de saber, la curiosidad es algo innato en el ser humano, sin medida no hay conocimiento, medir es aprender o adquirir conocimiento de algo, la medición suministra  una valiosa información que permite reducir  los costes.

Elevado, muy elevado es el caudal de conocimientos que ha fluido de forma natural desde el ejército a la sociedad y en particular al mundo de la empresa, el trasvase  no solamente ha tenido lugar a través de desarrollos de naturaleza industrial , a modo de  ejemplo el microondas, sino también en otros campos del conocimiento como el de la dirección de empresas; tal es el caso  de las organizaciones matriciales ( tipo de organización, donde conviven dos clases de jefatura, la jerárquica y la funcional; la organización matricial más antigua es la familia , padre y madre ostentan el poder) que se encuentran ampliamente implantados en el mundo empresarial.

En 1939, el control de la calidad se convirtió en un hecho de especial relevancia dentro del ejército de los EEUU, ¿cuál era la finalidad  perseguida? Disminuir de forma drástica el número de muertos como consecuencia de un mal funcionamiento de los equipos, tanto de los equipos pesados como  de los paracaídas que en un porcentaje del 3,45 por 1000 no se abrían, había que evitar como fuera aquel drama.

Conceptualmente resulta vital para la medida de una actividad (que se concreta en un producto o servicio), la definición previa (el diseño) de lo que queremos conseguir, para de esa forma y por comparación establecer el grado de cumplimiento que se considera  adecuado o suficiente, su medida proporcionará preguntas de no cumplimiento, de su investigación y respuesta resultarán acciones de mejora encaminadas a su corrección.

Lo que nos sitúa frente al dilema de la definición del estándar (el elemento de referencia que debemos emplear).

DEFINICIÓN DEL PROBLEMA DE LA ENSEÑANZA MILITAR (OFICIALES).

Producir un hecho de guerra, tiene el significado de alcanzar el objetivo militar definido, (toma de una posición, explotación del éxito, retardar el avance del enemigo, etc), a través de una serie de tareas constitutivas del proceso, con el menor coste posible de vidas y medios.

El hecho fundamental desde el punto de vista de la dirección de las operaciones (el proceso), consiste en la necesaria definición por parte de la Dirección de Enseñanza del ministerio de Defensa de los hitos que  considera imprescindibles resolver adecuadamente para poder calificar una operación como correcta.  De forma consecuente los planes de estudios debieran atender en primer lugar a dar respuesta adecuada a tal necesidad, a la par que debiera resolver que se propicien  conocimientos potenciadores de la carrera directiva y de gobierno posterior, en caso de ser acreedor a  ello,  de nuestro joven teniente.

MISIÓN DE LA FORMACIÓN EN LA MILICIA (OFICIALES)

Consecuentemente las academias de oficiales deben proveer al Ejército de personal altamente cualificado (meritocracia) en atención a los fines de la institución como primer objetivo (liderar en el combate). Como segundo y de  seguimiento posterior necesario (a lo largo de su vida militar), propiciar accesos en el conocimiento de las funciones propias de la dirección y del gobierno de la Institución, de tal forma que se  propicie el crecimiento en el liderazgo de la misma.

Siendo su fin  el empleo de la fuerza, bajo el amparo del poder político, debiera deducirse de forma meridianamente clara que el teniente tiene por misión principal ser un experto en el combate, sin menoscabo de que su formación debe facilitar un crecimiento posterior, de ser clasificado para ello, en atención al desempeño de las funciones directivas y de gobierno enunciadas.

El núcleo fundamental de su formación debiera girar, en consecuencia, en torno al uso inteligente de la violencia, siendo arropado por principios y valores intemporales y de necesaria presencia en aquel individuo que en un momento dado pudiera encontrarse en la tesitura de entregar su vida por España.

Vistas así las cosas, los aspectos culturales tales como la historia, derecho, filosofía, cálculo, física, negociación, etc. adquieren un papel secundario y, aunque necesario, supeditado a lo reseñado con anterioridad.

LA CALIDAD EN LA ENSEÑANZA SUPERIOR MILITAR

Producir un oficial (permítaseme la licencia) significa como condición previa definir el estándar de conocimientos necesarios en atención a su misión que no es otra en el corto plazo que disponer de preparación elevada para el combate.

Consecuentemente conseguir un “producto de calidad en la enseñanza superior militar” (nueva licencia) supone aportar hombres con la formación lo más ajustada posible en atención a su misión. De ejecución en el corto plazo y  de dirección y gobierno en el medio y largo plazo.

Tal como decía Deming, que junto a Juran y Crosby forman un referente imprescindible en  materia de calidad en el mundo empresarial, “Que cada uno esté haciendo lo mejor que pueda no es la respuesta (Profesorado en las Academias Militares). Hace falta que la gente sepa lo que debe hacer. Han de introducirse cambios drásticos (Plan de Estudios). La responsabilidad del cambio la tiene la dirección (Ministro de Defensa)… El primer paso consiste en aprender a cambiar (Carácter y Competencia)”.

Publicado en el Confidencial Digital el 20/11/2012

Calidad en la formación superior militar. ¿Con qué finalidad?